La fiebre es la elevación de la temperatura corporal por encima de 37.5°C, generalmente como respuesta del cuerpo a una infección. Es un mecanismo de defensa que ayuda a combatir virus y bacterias, que suelen prosperar mejor a temperaturas normales.
Causas Comunes de la Fiebre
La fiebre puede ser causada por diversas razones, siendo las infecciones virales y bacterianas las más comunes, especialmente en niños. Estas infecciones pueden afectar el sistema respiratorio, los oídos, el tracto urinario, entre otros. También puede ser consecuencia de la aplicación de una vacuna, trastornos inflamatorios, ciertos tipos de cáncer como la leucemia y el linfoma, o por la administración de ciertos medicamentos.
Síntomas Asociados a la Fiebre
Además de la elevación de la temperatura, la fiebre suele acompañarse de síntomas como dolor de cabeza, falta de apetito, malestar general, fatiga, sed y dolores musculares. En los niños pequeños, puede presentarse irritabilidad, llanto constante, somnolencia excesiva, o dolor intenso.
Medidas para Controlar la Fiebre
Para controlar la fiebre, es común utilizar métodos físicos como el uso de compresas frías, retirar el exceso de ropa y mantener un ambiente fresco. También es importante asegurar una adecuada hidratación administrando líquidos, preferiblemente agua. Un baño tibio puede ayudar a reducir la temperatura, aunque la fiebre puede volver a subir.
Cuándo Buscar Atención Médica
Es fundamental buscar atención médica si la fiebre es mayor a 39°C en niños menores de tres meses, o si supera los 40°C en adultos. También se debe consultar a un especialista si la fiebre persiste más de 24 horas en niños o 48 horas en adultos, o si hay síntomas adicionales como dolor de oído, garganta, estómago, o problemas al orinar.
Tipos de Fiebre
Existen varios tipos de fiebre, clasificados según la causa y la gravedad:
- Fiebre Viral: Como la fiebre del dengue, transmitida por mosquitos.
- Fiebre Bacteriana: Como la fiebre aftosa o la fiebre de las Montañas Rocosas.
- Fiebre Hemorrágica: Como la fiebre amarilla o la fiebre hemorrágica por dengue.
- Fiebre Intermitente: Que varía en intensidad.
- Fiebre Reumática: Asociada con infecciones bacterianas.
Importancia de un Diagnóstico Adecuado
Es crucial no automedicarse y acudir a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento correcto. La fiebre, aunque es un síntoma común, puede estar enmascarando una condición más grave que requiere atención especializada.
Este artículo te ofrece una guía general sobre la fiebre, pero recuerda que cada caso es único y es importante consultar con un especialista ante cualquier duda o síntoma persistente.